El feedback consiste en un intercambio de información entre un empleado y su evaluador, en el que se le informa sobre sus fortalezas, debilidades, capacidades y áreas de mejora. Es uno de los factores que más aprecian los empleados, según varios estudios internacionales. Si se hace correctamente, puede aumentar la motivación, el crecimiento profesional de los trabajadores y, en consecuencia, la rentabilidad y eficacia de la empresa.
Feedback o retroalimentación es un proceso de comunicación en el que un empleado recibe una opinión y una valoración de su comportamiento y desempeño laboral por parte de un superior, un colega (con el mismo o incluso menor nivel jerárquico) o un cliente. Puede referirse a un intervalo de tiempo (por ejemplo, el año natural), o bien estar vinculado con el resultado de un proyecto o actividad específica.
El feedback tiene como finalidad principal potenciar y mantener aquellos comportamientos y procesos que están funcionando bien, o bien cambiar aquellos que no están dando los resultados esperados. Un estudio de la consultora Eagle Hill Consulting reveló que el 87% de los empleados cree que recibir feedback es relevante para su progreso profesional.
Otro dato curioso es que el 85% de los participantes manifestó sentirse reconocido al ver que se habían dedicado tiempo en dar un feedback por el trabajo que habían realizado, sin importar si este había sido un feedback positivo o negativo.
Es el que se da al empleado cuando hace un trabajo excelente. Las felicitaciones y el reconocimiento aumentan la motivación y ayudan a conservar talento.
Sin embargo, es importante ser concreto y preciso al dar este tipo de feedback. Si es demasiado vago podría parecer falso o descuidado. Demuestra falta de atención, con lo que podría tener un efecto adverso.
Es el que se comunica al empleado que algo no se está haciendo correctamente.
Sin embargo, no hay que pensar que este feedback es desmotivador o desanimador para quien lo recibe. Un feedback negativo es también formativo, y ofrece las herramientas necesarias para que el empleado afronte los comentarios recibidos como una oportunidad de mejora. Se busca una reacción positiva.
El feedback adecuado mejora el desempeño de los empleados y, por ende, aumenta la productividad y los resultados de la empresa. Los beneficios directos para el empleado son:
En base a lo anterior, la empresa también obtiene beneficios y ventajas:
Hay más de diez tipos de feedback. Algunos de ellos no son recomendables o deben ser complementados con otras modalidades para que sean efectivos.
Es el que se da al finalizar el año natural o un proyecto importante. Se revisan las experiencias y hechos que han ocurrido durante el periodo o el proyecto en cuestión, y se extraen ciertas lecciones para aplicarlas a futuros escenarios y mejorar.
Es el opuesto al anterior, y se utiliza durante un proyecto para tratar de mejorar o reforzar acciones que están en curso y que se seguirán ejecutando hasta que termine por completo.
Se le llama así porque ayuda a formar y construir algo positivo que optimice o amplíe las acciones que se han hecho hasta el momento.
En este tipo de feedback es especialmente útil que el empleado también comparta su visión, pues se busca una mejora conjunta que pueda implementarse al proyecto en curso.
También se pueden clasificar según el tipo de mensaje. En el feedback positivo se intenta potenciar, alimentar y desarrollar actitudes que son positivas dentro del desempeño del empleado.
Sería lo contrario. Se van a abordar cuestiones que van a ser criticadas por considerarse poco apropiadas. Sin embargo, siempre debe afrontarse de una manera constructiva.
En relación con el punto anterior, un feedback constructivo de calidad tratará temas delicados desde la perspectiva de que pueden superarse.
En este tipo de feedback no caben las opiniones personales ni los sentimientos que pueda despertar un determinado empleado.
La clave es analizar previamente la mejor manera de transmitir un mensaje crítico, que irá acompañado de soluciones que puede ofrecer la empresa, tratando siempre de encontrar la causa del problema para facilitar herramientas y ayudas bien recibidas por ambas partes y que realmente ayuden a mejorar.
El responsable que da este tipo de feedback está cometiendo un grave error. En él sólo se señalan aspectos negativos, normalmente de malas maneras, y sin proponer posibles soluciones o mostrar interés por entender qué motivos puede tener el empleado para realizar las tareas de forma incorrecta.
Surge de forma espontánea o, al menos, no había una reunión programada para realizar el seguimiento en cuestión.