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Tips para gestionar tus emociones en el trabajo

Tips para gestionar tus emociones en el trabajo

Manejar las emociones en ambientes laborales requiere de autocontrol. Siempre se daran situaciones que alteren el nivel emocional. Existen diversas cuestiones que pueden preocuparnos: situación económica, problemas para desplazarse al ir o volver del trabajo, algún problema de salud en la familia, menores o adultos a cargo. Lo importante es no perder el equilibrio emocional ante la adversidad. Las reacciones cargadas de emoción generalmente son contraproducentes para el buen funcionamiento del equipo, en cualquier caso extremo.

Importancia de la gestión de las emociones y el autocontrol

Cada uno desarrolla, a lo largo de su vida, métodos de afrontamiento para manejar las emociones y los momentos difíciles, pero por desgracia, no son siempre los más adecuados. Sabiendo eso, es favorable para una empresa que sus trabajadores tengan herramientas psicológicas y que adquieran habilidades para controlar sus emociones.

La capacidad de autocontrol es fundamental para promover y mantener buenas relaciones, es una de las competencias que más se valoran en los entornos sociales y en las empresas.

Las formas erróneas de comunicar y actuar nos alteran, mientras las personas emocionalmente equilibradas favorecen, con una comunicación sana y adaptativa, el buen funcionamiento de un equipo de trabajo.

Podemos decir que, un empleado capaz de manejar de manera adecuada sus emociones, se muestra asertivo y comunicativo, favorece el buen clima laboral, mientras, un trabajador que se deja llevar por sus emociones en situaciones tensas puede generar más conflictos en el equipo, con los clientes, desarrollar adicciones no deseadas, etc.

Tips para manejar tus emociones

Aquí dejamos algunas recomendaciones para poder gestionar las emociones de la mejor manera en el trabajo:

  1. Ser respetuoso en todo momento.
  2. Separar lo personal de lo laboral
  3. Comunicar claramente los fundamentos de lo que se expone. Eliminar los «malentendidos»
  4. Aprender a decir que NO. Es preferible un NO a tiempo que sobrepasar el límite y enfurecernos ante determinada situación.
  5. No responder ni tomar una decisión si estamos enojados. Tomarse un tiempo, intentar volver a la serenidad para entender lo que sucedió y, una vez tranquilos, responder o tomar una decisión.
  6. Fomentar la comunicación de los pensamientos y sentimientos
  7. Conocerse a sí mismo para entender qué nos desencaja, qué nubla nuestro juicio.
  8. Practicar técnicas de relajación y autocontrol.
  9. Pedir disculpas ante un arrebato.
  10. Hacer ejercicio físico para bajar tensiones
  11. Plantear el discurso desde lo positivo. Especialmente cuando haya que comunicar algo que no será agradable para el otro.

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Niveles de autocontrol

Autocontrol cognitivo

Ante una situación, siempre se desencadena un procesamiento, es decir, un componente cognitivo (pensamiento) que le da un valor o un significado a esa situación, que afecta directamente a como nos sentimos. Por esta razón nuestros pensamientos se convierten en la fuente principal de nuestra alteración.

Hay que saber detectar y controlar los pensamientos que se generan como reacción a las distintas situaciones a las que nos enfrentamos. Esta es una de las habilidades más valiosas para mantener el autocontrol emocional.

Unos ejemplos típicos de tales errores de pensamiento son:

  • Filtrajes: Dirigir nuestra atención en los detalles negativos de una situación, prescindiendo del conjunto restante.
  • Polarizaciones: blanco o negro, bueno o malo, sin admitir matices intermedios.
  • Sobregeneralizaciones: es la extracción de una conclusión general de un simple incidente.
  • Catastrofismos: esperar lo peor.
  • Personalización: considerar ser el centro del universo y creer que lo que la gente hace o dice es una reacción hacia nosotros.
  • Juicios de valor: análisis de una situación basado en creencias personales

Autocontrol fisiológico

El otro componente de la regulación emocional es el control corporal, ya que la intensidad de los sentimientos está estrechamente relacionada con la activación fisiológica.

La relajación muscular y el control de la respiración, entre otros, permiten regular los síntomas producidos por la alteración y la intensidad de las emociones.

Autocontrol conductual

Para modificar una conducta es fundamental observar y describir la situación y comprender la conducta, el pensamiento y las emociones en dicha situación. Al tener esta habilidad se puede aprender en autocontrolar de forma tanto interna como externa esta conducta no deseada y dejar paso a otra conducta sana.

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