Son muchos los problemas que nos rodean. Tenemos preocupaciones sociales, económicas, políticas, etc., que, inevitablemente se trasladan al terreno laboral. Aquellos que sienten ansiedad ante estos problemas, pueden sufrir tensión y dificultad para concentrarse.

Estudio de la situación actual

Según el  Ministerio de Sanidad, los problemas de salud mental a consecuencia del trabajo se han posicionado como tercera causa más frecuente de enfermedad laboral. 

A causa de esto, las bajas por enfermedad derivadas de problemas de salud metal han aumentado en toda Europa, afectando ya al 12,3% de la población que trabaja en el continente. Estas cifras por sí solas son alarmantes. Y deberían ser motivo suficiente para que los empresarios se centren en la salud mental.

Consejos para afrontar la salud mental

1 – Trabajar con empatía y flexibilidad

Cada persona se enfrenta a las situaciones de forma diferente. Por eso es importante mostrar empatía y ofrecer conversaciones en las que las emociones, los pensamientos y los miedos encuentren su propio espacio y puedan aflorar libremente.

Los horarios de trabajo flexibles son también una gran ayuda si los empleados quieren tener tiempo para otro tipo de acciones, como ayudar a otros y realizar labores humanitarias. Los empleados a los que se les permite tomarse un breve descanso cuando lo necesitan están más motivados y concentrados después y conseguir un efecto positivo en el bienestar de los empleados.

2 – Realizar una declaración de intenciones clara y conjunta

Establecer el tono juntos puede contrarrestar los sentimientos de impotencia. Como líder, es importante dar un buen ejemplo y facilitar activamente las oportunidades para realizar cualquier tipo de acciones. Muestrar a los empleados que los miedo que tienen son normales, y implicarse con ellos y su trabajo marca la diferencia.

3 – Concienciar a los líderes

El departamento de RR. HH. tiene un papel crucial que desempeñar en tiempos de crisis y en el despliegue de estrategias de apoyo. Sin embargo, todo comienza con sus líderes.

Los líderes son quienes transmiten la cultura empresarial.  Si no se los conciencia, se corre el riesgo de que los empleados se pierdan en el camino. Ya sea en grupo o individualmente, se debe formar primero a los líderes.

4 – Tener cuidado de uno mismo

Como director de RR. HH. debes dar ejemplo. Aquí tienes siete importantes consejos de autocuidado:

• Haz una desintoxicación de la información. Modera tu consumo de noticias. Debes empezar y terminar tus días de manera positiva.
• Crea el entorno adecuado. Rodéate de personas que te levanten el ánimo, mantente activo y asegúrate de disfrutar del aire libre.
• Mantén la sensación de control. Concéntrate en lo que puedes controlar y trata de no estresarse demasiado por todo lo demás.
• Rechaza la responsabilidad. No es tu culpa que se produzcan injusticias en todo el mundo. Tampoco es tu responsabilidad dejar que te quite el sueño.
• Acepta tus sentimientos. Los miedos y ansiedades son una parte normal de la vida. Acéptalos, ya que no pasa nada por no sentirse siempre bien.
• Haz una pausa. Las tareas que se acumulan pueden causar estrés y obstaculizar el cuidado de uno mismo. Permítete tomarte un tiempo libre para tu propia salud mental.
• Accede a ayuda profesional. Si estás en apuros, habla con un profesional de la salud.

5 – Empatizar y ayudar a los compañeros

Es tremendamente útil para tu empresa que dejes claro que la seguridad y la salud están por encima de todo lo demás. Se pueden poner en marcha algunas acciones como las que exponemos a continuación:

• Informar a RR. HH. sobre cómo garantizar el pago de los salarios o qué métodos alternativos de pago existen.
• Establecer una política de empresa sobre los anticipos de salarios.
• Considerar como puede garantizar la empresa la seguridad de los empleados.
• Aclarar las ayudas que se ofrecer
• Comunicar claramente aporta tranquilidad a los empleados.

6 – Buscar ayuda profesional para la salud mental

Una conversación sincera con algún responsable de RR. HH. puede no ser la solución para todos los empleados. Especialmente en momentos de estrés extremo, o incluso, para prevenirlo, puede ser útil considerar la posibilidad de recurrir a expertos externos que puedan ayudar. Hacer esto tiene una serie de ventajas:

• Confidencialidad. Lo que se discute en una sesión se queda ahí. No hay conflictos de intereses y todas las preocupaciones y pensamientos pueden expresarse libremente sin tensar las relaciones de la empresa..
• Ayuda profesional. Por supuesto, es bueno hablar con los amigos más cercanos. Pero los expertos pueden hacer recomendaciones profesionales y objetivas, además de dar el apoyo adecuado en casos de estrés psicológico. Además, es importante tener en cuenta que la ayuda profesional a corto plazo no puede sustituir el valor de una terapia a largo plazo.
• Apoyo concreto. Los expertos pueden responder a las situaciones individuales y, por tanto, ofrecen un valor añadido inmejorable en comparación con los consejos generales que se pueden encontrar en Internet.