Para ser lo suficientemente competitivas en el mercado actual, un gran número de empresas se han visto con la obligación de reducir el número de trabajadores para poder sacar sus negocios adelante. Es por ello, que han trazado diferentes estrategias enfocadas a aumentar los niveles de productividad y eficiencia.
El término downsizing es una palabra anglosajona que viene de los términos “down” y “sizing”, “bajar” y “tamaño”, respectivamente. Hace referencia a una reestructuración empresarial que implica una optimización de los sistemas de trabajo a través de una adecuación del número de empleados, con el fin de alcanzar elevados niveles de competitividad.
El principal objetivo del downsizing es instaurar organizaciones más ligeras y flexibles, con la capacidad de adaptarse adecuadamente a los cambios y de enfrentarse a los retos con mayor celeridad. Es decir, busca trabajar con los recursos personales óptimos para garantizar la productividad de una empresa. Gracias a esta reducción de personal, la empresa puede reorganizar su estructura y hacer que mejore a través de la disminución de equipos y todas las consecuencias que esto conlleva.
Hace referencia a aquel plan que se prepara con antelación y se anticipa a los posibles riesgos que pueden surgir en una empresa. En este caso la reestructuración se hace después de los estudios y cálculos necesarios y de manera mucho más racional y lógica. De hecho, adelantarse a los cambios del entorno conlleva la consecución de los objetivos de manera más rápida.
En este tipo de plan, la empresa no está preparada para afrontar los problemas o golpes empresariales que puedan llegar. Su actuación es simplemente reactiva y actúa una vez se le plantea el problema. Los tiempos de reacción y pensamiento son menores, dada la urgencia de las situaciones, por lo que las soluciones pueden ser menos eficaces. En este caso el proceso va a ser traumático para la propia empresa; la reducción de plantilla se hace porque el negocio no tiene más remedio que hacerlo para sobrevivir.
La principal ventaja del downsizing es la disminución de los costes para la empresa. Principalmente, este ahorro suele ser humano, dado que al reducir la plantilla se reducen sus costes, a la vez que el desembolso de tiempo y recursos para la organización de dicho personal, lo cual supone un coste también para la empresa.
Al disminuir el número de empleados de una organización, se simplifica su estructura organizativa, lo cual tiene consecuencias directas sobre la actividad empresarial. Aprovechando mejor los recursos de que se dispone (en este caso, el trabajo), se eliminan los puestos de trabajo que no producen valor o que no se consideran imprescindibles.
Al disminuir el número de empleados de una organización, se simplifica su estructura organizativa, lo cual tiene consecuencias directas sobre la actividad empresarial. Aprovechando mejor los recursos de que se dispone (en este caso, el trabajo), se eliminan los puestos de trabajo que no producen valor o que no se consideran imprescindibles.
Al disminuir el número de empleados de una organización, se simplifica su estructura organizativa, lo cual tiene consecuencias directas sobre la actividad empresarial. Aprovechando mejor los recursos de que se dispone (en este caso, el trabajo), se eliminan los puestos de trabajo que no producen valor o que no se consideran imprescindibles.
Una empresa con un organigrama menor y con los puestos de trabajo imprescindibles, tiene unos canales de comunicación más efectivos. La comunicación entre departamentos y trabajadores es más fluida y no tan formal, lo cual puede ser beneficioso para el desarrollo de la empresa.
La empresa pasa a trabajar con los recursos imprescindibles para desarrollar su actividad, lo cual indica que se optimizan todos aquellos recursos que podían ser reemplazados o eliminados, suponiendo un ahorro y un beneficio para las empresas.
De todas las consecuencias ya nombradas, podemos extraer que el downsizing lleva a la empresa a ser más productiva, dado que sigue realizando sus funciones solo con el personal y los recursos estrictamente necesarios. Si la empresa tras aplicar el downsizing no consigue los mismos resultados, puede que no haya aplicado de forma correcta esta reducción de personal y debería revisar su estrategia.
Con la reducción de personal estamos a la vez simplificando y/o reduciendo la actividad innecesaria en la empresa y buscando así la màxima eficiencia.