La movilidad interna, es tan solo otro de estos cambios que se suman al casi interminable listado de nuevos fenómenos a los que se enfrentan los departamentos de RRHH Esta movilidad interna de trabajadores ayuda a desplegar todo el potencial de tu capital humano, así como a retener el talento de tu empresa.
La movilidad interna es un cambio de puesto o de función de un empleado dentro de la empresa, ya sea definitivo o provisional, este cambio suele suponer un desarrollo profesional y una mejora en el plan de carrera del empleado. Esto puede incluir cambiar a un empleado de rol, equipo y/o proyecto, intercambios de trabajo laterales o promociones horizontales.
Es importante no confundirse con la movilidad geogràfica, que implica, además, un cambio de establecimiento y, por tanto, de lugar de trabajo, a menudo en el marco de una reorganización de la estructura.
En general, existen dos tipos de movilidad según la finalidad:
Existen también dos tipos según el posicionamiento:
Los equipos de recursos humanos deben tener en mente que una buena estrategia de movilidad interna es una palanca para desarrollar el capital humano. Algunos consejos:
También conocido como employee journey, esta herramienta anima a los empleados a realizar la transición a nuevos roles y a aprender nuevas habilidades, ya que les permite visualizar exactamente “hacia donde se dirigen”, profesionalmente hablando.
La escasa o nula comunicación es un obstáculo para la movilidad interna. Algunos consejos:
Las herramientas de movilidad interna promueven la centralización y el intercambio de información entre los responsables de RR. HH., la dirección y los empleados. Así, entre otras cosas, las herramientas permiten a los empleados:
Proporciona una solución a la escasez de personal y ayuda a las empresas a cubrir las lagunas de habilidades resultantes en la organización. Por tal motivo, facilita el incremento en la eficiencia en términos de alcanzar objetivos de negocio en el mediano y largo plazo.
El empleado que se traslada internamente necesita tiempo para adaptarse a su nuevo puesto, pero ya está familiarizado con la cultura, la estrategia y las operaciones de la empresa: no es necesario un periodo de incorporación o integración.
Al centrarse en la movilidad interna profesional en lugar de la contratación externa, permite dedicar menos tiempo y dinero en tener que abordar los típicos problemas que acarrea la falta de personal, el exceso de personal y el estrés laboral que puede producir ejecutar un onboarding.
Por supuesto, si los empleados están felices con su puesto de trabajo y las condiciones de movilidad y crecimiento dentro de la empresa, van a hablar bien de ella tanto interna como externamente.
La mayoría de las personas y sobre todo de profesionales dedicados, buscan la posibilidad de poder crecer dentro de las organizaciones que los contienen. Si no ofreces oportunidades de movilidad interna, los empleados pueden buscar trabajar en otra parte donde se sientan valorados.
Cuando una empresa valora y promueve las habilidades de sus trabajadores, esto se transforma en sensación de seguridad, confianza y aprecio para ellos.
Finalmente, al enfocarse en el avance profesional de los empleados existentes, también construiremos una sólida línea de liderazgo. Esto significa que cuando se abran vacantes para roles que involucran la toma de decisiones, tendremos empleados talentosos listos y esperando para intervenir.