Un mapa de talento también conocida como una matriz de talento, es un instrumento ampliamente usado por reclutadores y reclutadoras de rrhh, durante el proceso de headhunting, onboarding y contratación de empleados, aunque también es vital para mejorar el aprovechamiento del talento interno.
Este tipo de mecanismos son una parte integral de cualquier organización cuya cultura de empresa tenga el enfoque puesto en el crecimiento sostenible.
El mapa de talento es uno método de gestión y desarrollo empresarial utilizado para tratar problemas específicos de la organización, buscar soluciones y rastrear los distintos tipos de talentos que, eventualmente, pueda sumarse a la compañía.
A través del mapa de talento se pueda descubrir qué área de la organización necesita mejorar, evaluar las competencias y habilidades de la plantilla, conocer el potencial de cada empleado y, por último, elaborar planes de formación continua para capacitar a los trabajadores en sus puntos débiles o desarrollar más aún su futuro empresarial.
Por lo tanto nos permite comprender el estado actual de una organización, cuales son las áreas que son mas demandantes y los puestos claves al día de hoy, asi como adelantarnos y poder comprender que áreas serán mas exigidas en un futuro próximo, que nuevos roles necesitaremos y que habilidades nuevas deberán desarrollar las personas que ya se encuentran en funciones.
Un mapa de talento puede funcionar tanto como una “fotografía” de la empresa así como una hoja de ruta hacia el futuro. Para generar el mapa es imprescindible realizar tres acciones esenciales:
Los pasos para elaborar un mapa de talento son los siguientes:
Es esencial que la organización sea consciente del perfil profesional que tiene en plantilla y del talento que necesita en cada departamento. Debe hacerse en base a la visión y misión de la empresa.
La empresa debe contar con planes de carrera personalizados para sacar mayor provecho a las habilidades de cada trabajador e incentivar su sentido de pertenencia con la organización.
A veces no es suficiente con reconocer la necesidad funcional y dar con la persona que pueda cubrirla, en cuanto a talento y capacidades. Hay que pensar en cómo encaja la persona en el equipo y en la empresa. Para evitar escenarios adversos, se recomienda hacer un análisis de adecuación para conocer cómo podría adaptarse dentro de su nuevo rol.
Una vez que la organización es consiente de los recursos con los que cuenta y de cuáles necesita desarrollar tras haber trazado su propio mapa de talento, debe desarrollar una estrategia para fomentar esas habilidades con las que ya cuenta y, de ser posible, cultivar aquellas con las que no se cuenta.
A medida que la organización va cubriendo las necesidades que percibió y fortaleciendo las habilidades con las que cuenta, es recomendable revisar el mapa de talento elaborado previamente.
Al identificar y fomentar el desarrollo de las habilidades de los empleados y fortalecer aquellas áreas que necesitan un respaldo, habrá trabajadores más comprometidos y capacitados para sus tareas, algo que impacta favorablemente en la productividad.
Permite que las personas a cargo de la gestión humana puedan conocer en profundidad todos los desafios a los que se enfrentan los empleados cada día y crear así diferentes estrategias para contribuir a mejorar su desempeño.
Un mapa de talentos permite el pensamiento y ejecución estratégica cuando necesitamos cubrir vacantes. En base a esto pueden agruparse los perfiles que hubiéramos recibidos en procesos de scouting anteriores ahorrar valiosos recursos a futuro.
Con un mapa de talento estaremos a un paso de la competencia, reduciendo el margen de error y minimizando los ruidos en la comunicación con candidatos. Ya que difícilmente nos equivoquemos de perfil al convocar a una persona interesada.