Una mala distribución de la carga de trabajo puede generar enfermedades crónicas, en especial en manos, pies y espalda, y trastornos emocionales en el trabajador.
¿Qué es la carga de trabajo?
La carga de trabajo analiza la cantidad de tareas y compromisos que la compañía exige a sus trabajadores. Nos referimos al desgaste físico y mental al realizar su trabajo y poner en marcha sus habilidades para alcanzar los objetivos.
Agrupa tareas en las que la exigencia física es mayor que la mental. La carga física es la que hace referencia a los esfuerzos en los que se ven sometidos partes del cuerpo. Estos pueden clasificarse en:
Esfuerzos físicos: implican actividad muscular, estática o dinámica.
Postura: implica inactividad y forzamiento o tensión muscular.
Manipulación: implica cautela y más o menos tensión en la masa muscular.
Si la carga de trabajo no es la adecuada ni hay una carga horaria correcta, la carga física podría generar problemas crónicos en la salud de los empleados.
Carga de trabajo mental
Es la carga de trabajo en la que el conocimiento y las habilidades mentales tienen más peso que las físicas. Enseñanza, análisis, redacción, diseño, manejo e interpretación de datos y administración de softwares son algunas de estas tareas. Exige de nuestro espectro psicológico o nivel mental un esfuerzo para realizar efectivamente el trabajo. La carga mental se alimenta de:
La información que recibimos.
La complejidad y el tiempo de respuesta.
Nuestras capacidades individuales.
Evaluación de la carga de trabajo
La evaluación de la carga de trabajo mide la cantidad de tareas y responsabilidades que puede desempeñar un empleado; es decir, calcula la cantidad de trabajo que puede asumir en su jornada laboral. Se realiza para definir las tareas y el tiempo estimado que debe invertir un empleado en ellas.
Se tienen en cuenta las características del puesto y las metas establecidas. De este modo es fundamental la descripción de puestos de trabajo a la hora de armar el equipo.
¿Cómo evaluar las cargas de trabajo?
Establecer el propósito del estudio y la manera de realizarlo. En este paso se determina un modelo teórico que debe estar vinculado con el enfoque que queremos realizar en nuestra compañía:
Enfoque cualitativo. En este caso, las empresas no desean crear un producto en masa, sino que prestan servicios o producen algo intangible. Aquí no es útil cronometrar el tiempo usado, sino tomar en cuenta modelos que evalúen cuánto tiempo le toma a los empleados realizar sus funciones.
Enfoque cuantitativo. Es útil si la empresa necesita conocer el tiempo que requiere un empleado para llevar a cabo una actividad específica. Esto le permite estandarizar ese tiempo en las otras partes de la producción creando así un modelo de procesos y tiempo.
Comunicación. En este segundo paso, debes comunicar y exponer el proyecto a tus empleados. Es decir, notificarlos de las metas a las que deseas llegar, también puedes invitarlos a que se unan al comité de evaluación de cargas laboral. De esta manera, formarán parte de este proceso en todo momento.
Escuchar a los empleados para recolectar datos. Usa distintas herramientas para conocer la opinión de tus empleados. A través de reuniones podrás conocer la percepción de cada uno de ellos dentro del área de trabajo. también puedes hacer entrevistas, encuestas laborales, acompañamiento de las actividades, entre muchas otras para recolectar información valiosa.
Interpretación de los datos recolectados. En este punto debes responder las siguientes preguntas: ¿existe una sobrecarga laboral? ¿Cuáles son las actividades que más consumen tiempo del empleado? ¿De qué manera puede optimizarse el tiempo?
Aplicar las mejoras. Busca diseñar algunas soluciones para los problemas hallados e intenta optimizar los procesos en la empresa.
Métodos de valoración de la carga de trabajo
La valoración de las carga de trabajo se realiza para medir si los empleados cumplen con los tiempos y las tareas asignadas.
Esta herramienta sirve para recabar información práctica y clara sobre la distribución de las cargas de trabajo y evaluar con objetividad el rendimiento del empleado.
Hay tres métodos de valoración de la carga de trabajo (y uno que está en fase de desarrollo).
Escala de Cooper – Harper
Se utiliza para medir la carga mental a través de evaluaciones subjetivas sobre la dificultad de las tareas, en un rango que va del 0 al 10. Se usa un árbol lógico en el que se relacionan distintas preguntas entre sí.
Swat (Subjective Assesment Technique)
Se evalúa la carga de trabajo a partir del tiempo requerido, el esfuerzo mental que implia y estrés laboral que genera. Estas dimensiones son analizadas por separado en una escala de tres puntos.
NASA-TLX (Task Load Index)
Este método estudia la demanda mental y física, el tiempo necesario para las tareas, el rendimiento, el esfuerzo que implica y el nivel de frustración que puede generar la carga de trabajo, en especial la mental.
Consejos para regular la carga de trabajo
Para conseguir una buena distribución de la carga de trabajo, prueba a seguir los siguientes consejos:
Individualiza la carga de trabajo según el empleado y sus capacidades.
Define períodos de descanso y pausas.
Procura crear un ambiente confortable, cómodo y ergonómico
Contempla la posibilidad de aconsejar en nutrición a tus trabajadores
Elabora un plan de incentivos laborales.
Reconoce logros que estimulan al trabajador y lo motivan.
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