Tomar decisiones de forma efectiva es una competencia esencial para cualquier entidad, grupo o persona. No obstante, también puede ser un desafío, especialmente cuando hay muchas personas implicadas, puntos de vista y alternativas. ¿Qué puedes hacer para garantizar que tomas las mejores decisiones colectivas, sin malgastar tiempo ni recursos y sin sacrificar la calidad?
Los métodos para la toma de decisiones en grupo ofrecen a los equipos de distintos sectores de la empresa promover conversaciones productivas sobre decisiones empresariales relevantes. Descubre cómo puedes aplicar estos esquemas para tomar decisiones rápidamente.
Esta técnica es un marco que puedes emplear para facilitar el trabajo de un grupo con varios encargados de tomar decisiones a lo largo del proceso. Estos marcos pueden ser muy beneficiosos cuando se colabora con personas de varios grupos y sectores porque permite a todos comprender los diferentes enfoques de los equipos multidisciplinares. Las mejores técnicas son las que tienen en cuenta el parecer de todos en el colectivo, y usar la técnica apropiada para la toma de decisiones colectivas en el proyecto adecuado puede ahorrar tiempo al grupo, mejorar la eficiencia y estimular la cooperación.
La toma de decisiones en grupo consiste en lograr un acuerdo o consenso entre varias personas sobre un tema o problema específico. Puede tener muchos beneficios, como:
Es importante tomar decisiones acertadas en grupo, sobre todo cuando se trabaja con equipos multidisciplinares. Para asegurarte de considerar las perspectivas de todos, sigue estos consejos:
Tomar una decisión en conjunto puede ser un reto si se trabaja de manera multidisciplinar. Esto se debe a que cada grupo tiene su propia meta y espera una decisión final. También es importante tener en cuenta el tipo de decisión. Las decisiones de nivel 1 son muy difíciles de cambiar, mientras que las de nivel 2 son flexibles, se ajustan fácilmente y se rectifican si el resultado no es exactamente el deseado. Asegúrate de que todos en el grupo sepan claramente cuán definitiva es la decisión.
Si bien la decisión puede impactar a muchas personas, formar un grupo pequeño te permitirá mantener la rapidez. Es importante que el grupo sea variado para promover el diálogo entre miembros del grupo con diferentes enfoques. Al pensar en quién elegir, intenta incluir miembros de los grupos que se verán más afectados por la decisión. Asegúrate de que los líderes de grupo reciban información de los miembros del grupo con los que colaboran para que la decisión no se tome en un compartimento estanco ejecutivo.
Antes de tomar la decisión, usar una matriz RACI asegura que todos los integrantes del colectivo de toma de decisiones comprendan su papel y obligaciones dentro de este proceso concreto de toma de decisiones.
La toma de decisiones implica muchas sesiones de lluvia de ideas, debates e intercambios de puntos de vista. Promover un espacio seguro es importante para crear un ambiente de trabajo psicológicamente seguro para los empleados. Cuanto más dispuesto esté el grupo a compartir ideas, más probable será que se tomen decisiones acertadas para la empresa.
Después de tomar la decisión, se debe informar de manera eficaz a quienes se ven implicados. Esta es una buena ocasión para elaborar un plan de comunicación que asegure que todos reciban la información que requieren.
Tomar decisiones eficientes es uno de los principales desafíos de cualquier organización. Existen dos formas habituales de tomar decisiones: la toma de decisiones colectiva y la toma de decisiones individual. Cada forma tiene sus pros y contras, y la elección de cuál usar depende de varios factores, como el tipo de problema, la disponibilidad de recursos, las restricciones de tiempo y los resultados esperados.
La toma de decisiones colectiva implica pedir la opinión de otras personas que tengan conocimientos, habilidades o enfoques relevantes sobre el asunto. Entre los beneficios de la toma de decisiones colectiva figuran: el incremento de la diversidad de ideas y puntos de vista, la mejora de la calidad y exactitud de la decisión, la mejora de la aceptación y el compromiso de las partes interesadas, y el estímulo de un sentido de cooperación y trabajo en equipo. Sin embargo, la toma de decisiones colectiva también tiene algunas desventajas, como: requerir más tiempo y recursos, generar conflictos y desacuerdos potenciales, provocar el pensamiento de grupo o presiones de conformidad, y difuminar la rendición de cuentas y la responsabilidad de los encargados de la toma de decisiones.
La toma de decisiones individual implica confiar en el propio criterio e intuición para hacer una elección. Entre las ventajas de la toma de decisiones individual figuran: ahorrar tiempo y recursos, permitir más flexibilidad y creatividad, evitar conflictos y distracciones, y aumentar la confianza y la implicación del encargado de la toma de decisiones. Sin embargo, la toma de decisiones individual también tiene algunas limitaciones, como: reducir la diversidad y calidad de la información, aumentar el riesgo de sesgos y errores, disminuir la aceptación y el apoyo de las partes interesadas, y aislar al decisor de los demás.
Por lo tanto, la toma de decisiones colectiva y la toma de decisiones individual tienen puntos fuertes y débiles distintos, y no existe una única forma óptima para todas las situaciones. La forma óptima de tomar decisiones depende de equilibrar las compensaciones entre ambas formas, teniendo en cuenta el contexto y los objetivos específicos de cada problema, y aplicando métodos y herramientas adecuados para facilitar el proceso de toma de decisiones.
