La cultura de innovación es un factor determinante para el éxito de los proyectos digitales, ya que permite adaptarse a los cambios y aprovechar las oportunidades.
Si quieres iniciar un proceso de transformación digital en tu empresa, debes evaluar si tu cultura es lo suficientemente innovadora. Si no lo es, no te lances a implantar tecnologías sin antes trabajar en este aspecto. Requiere una verdadera innovación que solo se puede lograr si la organización tiene una cultura que la fomente.
Podemos definir una cultura de innovación como un ambiente laboral donde se valora, se estimula y se implementa el pensamiento creativo y la participación de todos en la generación de ideas. Una cultura de innovación busca que cada uno aporte, desde el máximo responsable hasta el becario de verano.
En una organización innovadora, cada integrante del equipo se siente capaz (y muchas veces se le exige) de proponer mejoras, hacer observaciones constructivas y actuar como agente de cambio.
Lo ideal es que una cultura innovadora esté formada por personas de distintos orígenes y condiciones sociales. Juntar a los empleados de diferentes áreas y departamentos para trabajar en conjunto puede ayudar a cuestionar el statu quo y escapar de los patrones de pensamiento habituales.
Una organización necesita métodos eficaces y estrategias claras para motivar a su gente a usar la tecnología, fomentar la curiosidad y el interés por el conocimiento y eliminar los obstáculos en el proceso creativo, para que una cultura de innovación se consolide.
La creatividad se ve afectada por las jerarquías inflexibles. Alguien del equipo podría tener una idea brillante que no se ajuste a su área de especialización o a su rol dentro de la organización. Si se encuentra con oposición o falta de apoyo de los líderes, esa vía hacia la innovación se cierra.
Dentro de una cultura de innovación, para que esas personas puedan solucionar problemas con valentía, explorar nuevas direcciones y trabajar en temas relevantes, los silos deben desaparecer. Al incorporar nuevos empleados (o reconocer a los actuales) que tengan experiencias multifuncionales y demuestren buenas habilidades interpersonales, una organización innovadora está más preparada para crear buenas relaciones, generar confianza y conseguir aliados.
Cambiar de roles, desempeñar diferentes funciones o asumir diversas responsabilidades es otro beneficio de eliminar los silos dentro de una empresa. También es lo que hace que una cultura de innovación sea tan resistente.
Para mantener a todos al día mientras se desarrolla tu cultura de innovación, las personas deben romper los silos, hacer preguntas y expresar sus ideas con confianza. Pero también deben mantener abiertas las vías de comunicación.
La comunicación abierta requiere sistemas que faciliten la cooperación y el intercambio continuo de ideas. Esto puede implicar reuniones diarias, semanales, correos electrónicos colectivos o un canal de Slack exclusivo que permita que todos participen en la conversación.
Al fin y al cabo, la innovación no surge de la nada. Y una organización innovadora crecerá si sus empleados mantienen un diálogo constante y no ocultan información.
Mantener la comunicación abierta no es algo que la tecnología pueda resolver por sí sola. Más bien, se trata de relaciones laborales sólidas y gratificantes. La seguridad psicológica y la confianza que se generan entre los miembros de un equipo que disfrutan de trabajar juntos son esenciales para una cultura de innovación.
En una organización innovadora, te darás cuenta de algo: no todas las ideas funcionan. Pero una cultura de innovación sabe apreciar el valor de cada fracaso.
Si quieres que tu equipo tenga la mentalidad de la cultura de la innovación, muestra la importancia de cada aportación que se haga al proyecto colectivo, aunque las cosas no salgan como se esperaba. Una cultura de innovación es un sistema creado para respaldar los objetivos de la empresa y también a su gente.
Sé consistente en premiar y reconocer comportamientos innovadores, incluso los esfuerzos que supongan un riesgo por parte de los miembros del equipo, aunque los resultados no sean siempre positivos, eficaces o rentables. Si solo premias el éxito, el mensaje que todos reciben es que deben jugar sobre seguro y no salirse de lo establecido.
Ante el fracaso, destaca todo el trabajo realizado y las valiosas lecciones aprendidas por el equipo. Premiar el fracaso es animar y motivar a los empleados a probar algo nuevo sin miedo al castigo por intentarlo. Al quitar el estigma del fracaso, surgen ideas atrevidas.
Para una organización innovadora, el fracaso solo es un paso más hacia la próxima innovación. Así, premiar el fracaso debe verse como una inversión hacia el éxito futuro.
Aprecia, fomenta y respalda el pensamiento innovador para que triunfe a nivel organizacional. Para entender completamente la importancia de la cultura de innovación de tu empresa, necesitas saber cómo esto influye en lo que los empleados hacen o dicen en el trabajo todos los días. Esto ayudará a definir comportamientos específicos dentro de la organización.
