El trabajo es una de las principales fuentes de estrés para muchas personas, ya que implica enfrentarse a retos, exigencias o situaciones que pueden generar ansiedad, miedo o frustración. El estrés es una reacción normal del cuerpo y la mente que nos ayuda a adaptarnos y superar las dificultades o los peligros.
Cuando estamos estresados, nuestro organismo segrega hormonas como el cortisol y la adrenalina, que provocan una serie de efectos físicos y mentales. Estos efectos pueden ser aumento de la frecuencia cardíaca, contracción muscular, aceleración de la respiración y mayor concentración mental.
El estrés puede tener diferentes causas, siendo la más común los problemas en el trabajo, pero también pueden influir factores como la economía, las relaciones personales, los cambios vitales o los conflictos con otras personas. Asimismo, cada persona tiene un umbral diferente de tolerancia al estrés y puede responder de forma distinta ante las mismas circunstancias.
La salud mental es un aspecto clave para muchas personas a la hora de elegir un empleo, ya que es fundamental encontrar una empresa que se preocupe por el bienestar de sus trabajadores, para poder crecer profesional y personalmente.
El estrés puede tener un lado positivo y estimulante, pero cuando se prolonga o se intensifica puede afectar negativamente a la salud física y mental. Puede provocar síntomas como cansancio, falta de atención, mal humor, alteraciones del sueño, angustia, tristeza y problemas de salud crónicos, como enfermedades del corazón.
Cuando te sientas estresado, cambia tu forma de respirar hacia una respiración más profunda y consciente, es un método fácil y efectivo para calmar el estrés. Dedica unos minutos a respirar despacio y profundamente, inspirando por la nariz y expirando por la boca. Puedes acompañarlo con la relajación muscular progresiva, que consiste en contraer y soltar cada grupo muscular de tu cuerpo, desde los pies hasta la cabeza.
El ejercicio regular es una manera excelente de cuidar de ti mismo, pero también de liberar el estrés. La actividad física libera endorfinas, que son sustancias químicas que mejoran el ánimo y disminuyen la sensación de estrés. Elige una actividad que te divierta, ya sea andar, correr, nadar, bailar o hacer yoga, e intenta hacerla al menos 30 minutos al día.
Aprender a decir “no” y fijar límites claros en tu vida puede ayudarte a reducir el estrés. Aprende a reconocer tus prioridades y concéntrate en lo realmente importante. Reparte tareas de manera consensuada cuando sea posible y evita asumir responsabilidades innecesarias.
La salud mental de los empleados influye en su bienestar general y satisfacción en el trabajo. Cuando los empleados se sienten mentalmente sanos son más propensos a estar involucrados, motivados y productivos. Esto puede mejorar la calidad del trabajo, el rendimiento y el nivel de satisfacción laboral.
Asimismo, un ambiente laboral saludable y positivo es esencial para el bienestar de los empleados. Cuando las empresas se interesan por la salud mental de sus empleados se crea un clima laboral de apoyo, comprensión y empatía, lo cual mejora las relaciones interpersonales, disminuye los conflictos y aumenta la colaboración y el trabajo en equipo.
Actualmente, muchos empleados valoran la preocupación de las empresas por el bienestar de sus empleados. Las organizaciones que tienen programas de apoyo y cuidado de la salud mental son más atractivas para los talentos que buscan un balance entre vida laboral y personal. Además, cuidar la salud mental de los empleados también puede ayudar a mantener al talento existente, ya que se sienten valorados y respaldados.
Mediante la realización de evaluaciones periódicas de los factores de riesgo psicosocial en el lugar de trabajo, las empresas pueden ayudar a detectar posibles fuentes de estrés y tomar medidas preventivas. Esto implica examinar la carga de trabajo, el balance entre la vida laboral y personal, el liderazgo y la comunicación dentro de la organización. Una vez hecho esto, pueden implementar políticas y estrategias para mejorar los resultados. Algunos ejemplos son:
Es fundamental crear un ambiente laboral positivo, respetuoso y libre de discriminación. Es esencial promover una cultura organizacional que valore el bienestar mental y que ofrezca apoyo emocional a los empleados.
Proporcionar información y formación sobre salud mental puede ayudar a los empleados a entender mejor los problemas de salud mental y reducir el estigma asociado. Realizar actividades, conferencias o programas de sensibilización sobre estrés, ansiedad, depresión u otros temas relacionados puede ser beneficioso.
Ofrecer programas de apoyo y orientación psicológica es una medida efectiva. Esto puede incluir la disponibilidad de servicios de apoyo o psicoterapia, ya sea a través de profesionales internos o mediante la colaboración con proveedores externos. Estos servicios confidenciales ofrecen a los empleados un espacio seguro para hablar de sus preocupaciones y buscar asesoramiento.
Proporcionar opciones de flexibilidad laboral, como horarios flexibles, trabajo remoto ocasional o jornadas con horario intensivo, puede ayudar a los empleados a balancear sus responsabilidades personales y profesionales. Esto puede disminuir el estrés y mejorar el bienestar general.
Fomentar prácticas de autocuidado entre los empleados es importante. Esto puede incluir animar la toma de descansos regulares, promover la actividad física y el ejercicio, ofrecer recursos para la gestión del estrés, facilitar la adopción de hábitos saludables de sueño y proporcionar opciones de apoyo para la nutrición equilibrada.
